Hoy nos vamos hasta Argentina –donde se encuentran parte de nuestras raíces– para hablaros de un espacio peculiar. Se trata de Olsen, un restaurante nórdico en pleno Buenos Aires, exactamente en la zona de Palermo Hollywood. Su cocina escandiva, capitaneada por el chef Germán Martitegui, se ha convertido en una de las imprescindibles de las guías foodies de la ciudad. 

Pero de lo que hoy en Barbosa queremos hablaros no es tanto de la importancia de la decoración como de la importancia del espacio. Porque Olsen es justo eso: un espacio espectacular bien aprovechado. Nosotros, los interioristas, debemos potenciar cada esquina, cada rincón de un lugar y saber extraer la magia que hay en ellos. Muchas veces tenemos que lidiar con espacios pequeños, estrechos, mal iluminados, pero otras veces… Otras veces nos regalan espacios como Olsen. Una infinitud de techo y una cristalera inaudita que se abre a un jardín privado. La sensación de verticalidad es tal que sobrecoge.

Espacios como este no son tan fáciles de vestir como parece. Al contrario: muchas veces constituyen un auténtico reto. La personalidad del propio lugar es tan marcada que el concepto que se elija debe poder complementarse a la perfección con el propio carácter del local (sabiendo siempre que el concepto va a quedar en un segundo plano). Porque hay espacios, como este, que ganan por goleada. En esta ocasión, sus propietarios apostaron por la humildad escandinava, con piezas sencillas, discretas y de materiales nobles.

 

¿Qué hubiéramos hecho nosotros? Ni idea, pero seguro que nos hubiéramos divertido mucho. Si vais por Buenos Aires no dejéis de visitarlo.

Feliz semana 😉